Peinados y tocados

La elección del peinado de novia es casi tan importante como la del vestido. Debemos escoger un tipo de peinado que resalte nuestros encantos y disimule nuestros defectos. Existen varios tipos de peinados para una novia, los peinados para pelo corto, los recogidos o moños altos, los recogidos o moños medios, los recogidos o moños bajos, los semirecogidos y los peinados con el cabello suelto. Para saber cual nos favorece más, lo mejor es contar con el asesoramiento de un buen peluquero y que hagamos varias pruebas para ver con cual nos sentimos mejor y más guapas. El peinado además debe encajar con el estilo del vestido, así que es recomendable saber que vestido vamos a llevar antes de comenzar con las pruebas del peinado.
Para adornar nuestro peinado existen también multitud de accesorios. Se pueden utilizar pequeñas o grandes flores naturales o artificiales, plumas, ramas, diademas, tiaras, casquetes, lazos, pasadores, velos, peinetas, mantillas, coronas, etc.

Para las caras redondas o anchas vienen bien los tocados y recogidos verticales y para las ovaladas y largas los volúmenes horizontales o el pelo suelto. Si la novia es alta puede lucir tocados grandes con volumen y si por el contrario es bajita es mejor un peinado más discreto, un moño alto o una peineta con mantilla alta. Si se tiene una nariz torcida es una buena idea elegir un peinado asimétrico o con raya a un lado, si la tenemos fina y alargada evitaremos tocados elevados, peinados que cubran la cara y rayas al medio. Si por el contrario somos poseedoras de una nariz ancha y chata podemos usar raya al medio y escoger un recogido que despeje nuestro rostro. Si tienes mucho pelo los recogidos altos son un tanto arriesgados, ya que el peso del cabello podría no sostenerse bien, sin embargo si tienes poco pelo este tipo de peinado luce muchísimo si no tienes la cara alargada.

Debemos recordar que si llevamos un tocado muy sofisticado o de gran protagonismo como por ejemplo una tiara llena de pedrería, nuestro vestido debe ser sencillo y sin muchos adornos, preferiblemente liso. Si elegimos llevar mantilla hay que saber que esta reservada para las ceremonias religiosas de etiqueta y que no casa en absoluto con bodas de estilo moderno. Las flores son para novias de carácter romántico y van muy bien tanto con peinados recogidos como sueltos. El velo largo es para novias conservadoras y tradicionales y no es tampoco muy apropiado para bodas civiles. Para las novias más sencillas e incluso minimalistas son apropiados pasadores y peinetas pequeños de metal o con algunas piedras o perlas. Y para las más modernas la plumas son ideales.

Respecto a los velos, encontramos ocho tipos dependiendo fundamentalmente del largo y pueden llevar encajes, bordados, cintas, flores o pedrería.

Velo de red: Velo muy corto que solo cubre parte del rostro y suele acompañar a un tocado. Otorga mucha personalidad y queda bien con vestidos sencillos de aire moderno o con trajes para ceremonia civil.
Velo blusher: Velo muy corto que cubre la cabeza y el rostro, puede ir combinado con otros velos más largos.
Velo corto: Velo corto que llega hasta los hombros. Combina bien con escotes halter, palabra de honor y strapless.
Velo elbow: Velo corto que llega hasta el codo. Queda bien con vestidos cortos.

Velo capa o cascada: Velo medio que llega hasta la punta de los dedos de las manos. Se conoce como cascada cuando los laterales hacen un efecto ondulado. Combina bien con casi cualquier vestido ya sea este informal o de alta costura.
Velo waltz o ballet: Velo medio que llega hasta los tobillos y es ideal para bailar y poder lucirlo todo el día, tanto en la ceremonia como en el banquete.
Velo capilla: Velo largo de la misma longitud del vestido que toca el suelo y pueden extenderse por el.
Velo cola o catedral: Velo muy largo que supera o acompaña el largo del vestido con una longitud superior a los dos metros y medio. Esta reservado para bodas por la iglesia de gran etiqueta.