Luna de miel

Tras la boda y la celebración de la misma, llega la noche de bodas y la luna de miel.

La noche de bodas es la primera noche que pasaremos junto con nuestra pareja ya como marido y mujer. Tradicionalmente era una noche especialmente cargada de nervios y expectación por ser cuando la novia perdía la virginidad con su esposo, sin embargo hoy en día muchas parejas deciden tener relaciones íntimas antes de contraer matrimonio y por tanto el significado de esta noche ha cambiado bastante, aunque sigue siendo un momento muy especial lleno de romanticismo.

En algunas ocasiones la celebración de la boda se alarga hasta muy tarde y llegan cansados a su nueva casa, a esto se suma que si van a salir de viaje a la mañana siguiente necesitan descansar, por lo que se aplaza este momento para la primera noche de nuestro viaje de luna de miel.

El origen de la luna de miel y de la expresión es incierto y hay varias versiones al respecto. Algunos dicen que se remonta a la época babilónica hace más de cuatro mil años donde el padre de la novia regalaba al novio cerveza de miel suficiente para un ciclo lunar, equivalente a un mes. Otros dicen que viene de la antigua civilización romana donde la madre de la novia dejaba miel a los recién casados en su dormitorio para que tuviesen energía para pasar su noche de bodas y fuesen fértiles. Otra versión dice que en la edad media los teutones alemanes se casaban en noches de luna llena y bebían durante treinta días licor de miel. Igualmente los escandinavos acostumbraban a tomar una mezcla de vino y miel llamada hidromiel para aumentar su fertilidad. Más cercana a nuestros días es la costumbre de la burguesía del siglo XIX en Inglaterra de realizar un viaje visitando a todos los familiares que no podían acudir a su enlace tras el mismo. Hoy en día lo usual es hacer un viaje romántico o exótico al margen de familiares.

Los destinos de nuestro viaje de luna de miel pueden ser muchos dependiendo de nuestro gusto particular y presupuesto. Es importante elegir una buena agencia de viajes que nos respalde si surgen problemas. Muchos ofrecen a los novios recién casados ofertas especiales, regalos o adornan con detalles especiales la estancia de los novios en su lugar de destino para hacer más especial su luna de miel. Es conveniente organizar el viaje con tiempo suficiente y revisar cualquier trámite necesario para aquellos que puedan necesitar cuidar más detalles, hay que tener en cuenta si el país donde queremos viajar atraviesa problemas de carácter climatológico como olas de calor o inundaciones, si hay algún conflicto bélico o la seguridad de los turistas está en tela de juicio, si necesitamos vacunas especiales, etc.

Podéis elegir un viaje para disfrutar de la playa, de la montaña, hacer un circuito por varios países, hacer un viaje de carácter cultural, un crucero, turismo rural, un viaje romántico, etc, hay muchísimas posibilidades. La cuestión es estudiar muy bien en pareja las diferentes opciones y tomar una decisión común que os guste a ambos, comparando precios y servicios.

Algunos ejemplos de destinos para una luna de miel pueden ser las Islas Canarias, el Caribe, Grecia, Roma, Venecia, Viena, México, un crucero por el Nilo o por el Mediterráneo, Japón, China, India, África, etc.

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