Los puros y cigarrillos son un regalo que tradicionalmente se suele dar a los caballeros después de la comida o cena, al llegar la hora del café, aunque hoy en día, como las mujeres también fuman, pueden ser obsequiadas con unos cigarrillos pequeños en una cajita, quedando los puros solo para caballeros. Normalmente es el padrino el que se encarga de comprarlos y ofrecerlos a los invitados de la boda recorriendo mesa por mesa. Se ofrecen en su caja, donde la madera de cedro conserva mejor su humedad, pudiendo así ver la marca y vitola del puro que se va a fumar, no deben cambiarse a cestas o bandejas decorativas.
Los puros se compran en un estanco con cava y no se retiran del mismo hasta el día anterior a la boda para conservar su sabor, aroma y humedad. Nunca deben de conservarse en la nevera, porque al contrario de cómo se cree, pierden fácilmente su humedad y un puro seco pierde sus mejores propiedades. Se conservan a una temperatura entre 16 y 18 grados y una humedad entre el 65% y el 75%. Se compran en un número ligeramente superior al de hombres invitados a la celebración.
Si no entendemos de puros podemos dejarnos asesorar por el dependiente del estanco, que generalmente nos ofrecerá puros habanos. Podemos elegir entre multitud de grandes marcas como Cohiba, Montecristo, Fonseca, Vegafina, Hoyo de Monterrey, etc. También podemos comprar nuestros puros por internet en sitios como montecristonline, tabacaleravirtual o tucanarias.
En ningún caso se ofrecerá fuego al fumador, puede ofrecerle un mechero, pero el encendido del puro es muy personal y antes de hacerlo debe consultar a sus compañeros de mesa para saber si les molesta, podría tener que guardar su puro para disfrutarlo en otro momento.
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