La decoración floral es algo que no puede faltar el día de tu boda. Lo normal es encargar al menos tres semanas antes de la boda unas flores que alegren el lugar de la ceremonia y el del banquete, aunque este último muchas veces ya está decorado adecuadamente si contratamos el menú en un salón de bodas.
La decoración floral podemos hacerla nosotros mismos si tenemos buen gusto, pero lo más recomendable es dejarla en manos de profesionales que además de acertar fijo con las composiciones nos liberan de una tarea más a la que prestar atención en momentos tan próximos al enlace. También puedes elegir tu las flores y que sea la floristería la que las coloque adecuadamente ese día.
Si encargamos flores de temporada el presupuesto será menos elevado y las flores lucirán en todo su esplendor, pero también podemos incluir otras especies de vivero si tenemos una particular devoción por un tipo concreto de flor o esta es especialmente adecuada a nuestra decoración.
Las flores tienen su propio lenguaje o significado y podemos utilizar este también para elegir nuestra decoración y transmitir con ellas nuestro propio mensaje. Aquí tienes una tabla con algunas de las flores que se utilizan con más frecuencia en las bodas.
Para decorar la iglesia tendremos que hablar con el párroco para saber que libertad nos da en este sentido. También debemos saber que bodas o acontecimientos se celebran en la iglesia el mismo día y el anterior, pues es posible que podamos aprovechar algunas coincidencias y por ejemplo compartir gastos con otras parejas que contraen matrimonio justo antes o después de nuestro enlace. En ocasiones hay celebraciones de algún acontecimiento festivo días antes que llenan de flores maravillosas todo el espacio, y si tenemos en cuenta que las flores si son de buena calidad duran de cuatro a cinco días según la estación del año, quizás podamos ahorrarnos esta partida en nuestro presupuesto.
Hay que tener en cuenta el estilo de la iglesia y su tamaño, los grandes arreglos florales quedan para iglesias grandes o catedrales mientras las iglesias pequeñas, capillas o ermitas requieren de decoraciones más sencillas.Las composiciones simétricas y definidas se llevan bien con templos clásicos o rústicos y las que tienen más movimiento, color y asimetría encajan mejor en iglesias más modernas. Si la iglesia es oscura se recomiendan colores claros y luminosos y las combinaciones multicolor para iglesias de pueblo o con muchos elementos dorados. Normalmente se juega con los distintos tamaños de las flores y con hojas verdes ornamentales que contrastan con el color de estas, se suele utilizar ligustrum, ruscus, thuja, aspidistra, paniculata, helecho, etc.
Podemos decorar solo la zona del altar o también poner detalles en los bancos, en los laterales de la iglesia, en columnas, en el pasillo central, e incluso fuera en el pórtico de la iglesia.
En el lugar del banquete se suelen poner las flores como centro de mesa y dando protagonismo a la mesa de los novios, pero si lo celebramos en un jardín podemos encontrar flores por todas partes. Si celebramos la unión al aire libre podemos poner columnas, arcos e incluso un pequeño altar cubierto de flores, pero hay que tener cuidado de no excederse ya que estarás rodeado de árboles y flores naturales por todas partes y puede verse sobrecargado.
Encontraremos también decoración floral en el coche de los novios armonizando con las flores elegidas para el lugar de la ceremonia o el ramo de novia.
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